Nunca Más



Durante la última dictadura militar, y después de años de interrupciones al orden democrático en la Argentina, se acuñó una frase que definiría, en forma tajante, el futuro político del país: Nunca más. Es por ello que a nadie sorprendió cuando, el 20 de septiembre de 1984, la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas presentó su informe final y éste tenía por título la frase: Nunca Más.

El retorno de la democracia en 1983 fue una puerta a la esperanza para la sociedad argentina. Luego de 28 años de interrupciones sistemáticas del orden republicano, con una violencia estatal en constante crecimiento, la democracia argentina debía resolver candentes cuestiones políticas, económicas y sociales. Una de ellas, era afrontar la demanda de justicia con la que buena parte de la sociedad pretendía cerrar el pasado inmediato.

El presidente Raúl Alfonsín, fiel a lo que había sido su plataforma de campaña en el tema de los Derechos Humanos, impulsó una serie de medidas ni bien asumió el cargo. El 15 de diciembre, a cinco días de la toma del mando, dispuso la creación de la comisión, conocida como Conadep. La misma se integró con prestigiosas personalidades de la cultura y el pensamiento, como así también religiosos y diputados nacionales.

La Conadep tuvo dos inconvenientes en su origen. El primero, era que había sido creada para aportar una mirada centrada en la teoría de los dos demonios, tal como ya había adoptado el gobierno radical. Lo segundo era que, a causa de esto último, muchos organismos y familiares de víctimas se negaron a integrar la comisión.

Pese a ello, y con el correr del tiempo, la Conadep logró centralizar la información sobre las atrocidades cometidas durante la dictadura, al sumar miles de denuncias concretas. Al momento de la presentación del informe, el Nunca Más había registrado 8.960 desaparecidos y más de 300 centros clandestinos de detención. Ese cúmulo informativo fue tomado, casi en bloque, para las presentaciones judiciales del juicio a las juntas militares.

El 20 de septiembre de 1984, el escritor Ernesto Sábato le entregó al presidente el informe final y la voluminosa documentación que lo acompañaba. Otros miembros de la Conadep fueron el ingeniero Hilario Fernández Long, el médico René Favaloro, el epistemólogo Gregorio Klimovski y la periodista Magdalena Ruiz Guiñazú.

El informe perdura como la primera muestra de las barbaridades cometidas por la dictadura militar en la Argentina. La frase de su título no sólo refleja una forma de interpretar al pasado, sino de proyectar el futuro: Nunca más.

Pablo Camogli