El Área de Libre Comercio para las Américas, más conocida
como ALCA, fue la última intentona imperialista desarrollada por los Estados
Unidos para asaltar nuestras economías y apropiarse de nuestros recursos. Durante
años, la diplomacia yanqui pugnó por obtener el apoyo de los gobiernos de la
región a este proyecto, algo que nunca logró por carencia de un consenso pleno.
La IV Cumbre de las Américas, realizada en Mar del Plata en el 2005, debió
haber sido el escenario del acuerdo definitivo, pero no fue así, porque hubo un
puñado de presidentes que se plantó ante el imperio para decirle: ALCArajo con
el ALCA.
La cumbre fue organizada por la Argentina y recibió a 33
presidentes y jefes de estado de todo el continente americano. Entre ellos,
llegó el nefasto Gerorge Bush, presidente de los Estados Unidos, con el
objetivo único y prioritario de conseguir el apoyo final para la conformación
del ALCA.
Hasta el 2003, la única voz opositora al proyecto, había
sido la del presidente venezolano Hugo Chávez. Pero en los últimos años, esa
realidad se había modificado con la llegada al poder de Lula en Brasil y de
Néstor Kirchner en Argentina. Justamente el presidente argentino fue el responsable
de diseñar la estrategia de estos tres países para frenar el impulso del ALCA.
La táctica fue muy simple, cansar a la delegación yanqui con
los largos discursos de Chávez, al que Néstor le dio la palabra en cuatro
oportunidades durante el plenario de presidentes.
La postura confrontativa del presidente argentino quedó
demostrada el 4 de noviembre, con su discurso de apertura de la cumbre, en
donde expuso, con claridad y crudeza, que Estados Unidos había permitido
“políticas que hicieron caer a gobiernos democráticos” y que no “estaban dadas
las condiciones para avanzar con el ALCA”.
Ese mismo día, además, se realizó una contra cumbre en el
estadio mundialista de Mar del Plata, que tuvo un marco muy especial y que puso
en evidencia el repudio masivo de la población argentina y sudamericana al
proyecto imperialista. El propio Chávez fue uno de los oradores, en un acto que
contó con la presencia de Silvio Rodríguez, Víctor Heredia, Evo Morales y Diego
Maradona.
Pablo Camogli