Esta semana se inician en la Suprema Corte de Justicia de
Estados Unidos una serie de audiencias en las que estará en juego la reforma
que el presidente Barack Obama promovió para restañar el atrofiado sistema de
salud en el país. Será el proceso judicial más importante para la Corte en una
década, tal como lo describió la cadena CNN.
Vale recordar que uno de los ejes de los cambios prometidos
por Obama fue la reforma al sistema de salud. Incluso antes de que fuera
aprobada, fue motivo de virulentos ataques en su contra. No fue casual que la
llegada de 60 legisladores ultraconservadores al Congreso fue una de las
consecuencias de la campaña que el Partido Republicano montó en contra de la
reforma y los congresistas que la apoyaron. Los estados gobernados por
republicanos demandaron ante las cortes estatales y federales que se impida la
entrada en vigor de la ley en 2014, como está previsto. Después de navegar por
los laberintos del sistema judicial estadounidense, las demandas llegan ahora
al máximo tribunal del país, donde se decidirá su suerte.
Vale recordar que sus principales características son: todos
las personas deben obtener un seguro médico en una institución privada o
pública; las aseguradoras tienen la obligación de ofrecer una cobertura amplia
en el seguro para servicios médicos, incluyendo atención preventiva y, además,
no pueden negar el seguro a quienes padezcan o hayan padecido una enfermedad;
la federación subsidiará la ampliación del programa Medicaid, que atiende a las
personas de bajos recursos.
La Corte ha determinado que los principales aspectos a los
que se concretarán las audiencias son: constitucionalidad del mandato mediante
el cual todos los ciudadanos tienen la obligación de adquirir un seguro médico;
si ese mandato es en alguna forma un impuesto; ¿cuáles serán las partes de la
ley que sobrevivirán en caso de que la Corte decida anularlo?; la disputa que
se ha suscitado entre la federación y los estados por la ampliación en la
cooperación que existe en torno al programa federal de ayuda a las personas de
bajos ingresos, conocido como Medicaid.
La decisión de la Corte tendrá implicaciones que van más
allá de la propia reforma de salud. De proceder la demanda, no sólo se estará
vetando la ley, sino que además será un guiño a los sectores mas conservadores
de la sociedad, incluídos el partido republicano y el Tea Party, de la
complacencia del máximo tribunal con los subterfugios legales que han
interpuesto para obstruir el gobierno de Obama entre ellos, las draconianas
leyes migratorias en contra de los inmigrantes. Al final, lo que puede ser más
relevante es que su reelección se verá seriamente comprometida.
Valga como lúgubre epílogo recordar que cinco de los nueve
ministros que integran la Corte han dejado de manifiesto en sus decisiones la
afinidad que sienten por las causas que defienden los sectores más
conservadores de la sociedad.
Fuente: www.jornada.unam.mx