Cristina Fernández de Kirchner y el primer ministro británico
mantuvieron un cruce durante la segunda sesión plenaria de la cumbre del
G-20.
La
jefa de Estado le reclamó a Cameron dialogar por Malvinas, mientras que
el premier inglés exigió respetar el pronunciamiento de los isleños en
el referéndum que piensan llevar a cabo.
El canciller Héctor
Timerman y el secretario de Comunicación Pública Alfredo Scoccimarro
señalaron a la prensa que cuando Cristina se encontraba trabajando en
unos documentos Cameron se acercó a ella de manera sorpresiva.
El
breve diálogo se produjo alrededor de las 9.30 hora local (12.30 en
Argentina) cuando el primer ministro británico se acerco a Cristina para
"agradecerle su posición en favor de la creación de un Banco Central
europeo unificado que funcione como un prestamista de última instancia a
los efectos de disipar los temores sobre el euro", señaló Scoccimarro
al relatar el encuentro.
Cristina le respondió que había visto que
"las portadas de los principales medios internacionales no reflejaban
el optimismo por los resultados de la Cumbre de líderes del G-20",
cuando de repente fue interrumpida por Cameron quien le "exigió respetar
el referéndum de los isleños", detalló Scoccimarro.
"La
Presidenta que tenía entre sus papeles un sobre con todas las
resoluciones de Naciones Unidas sobre Malvinas, le dijo que se las
quería entregar" en mano a Cameron y que "lo que realmente se debía
respetar eran las cuarenta resoluciones de las Naciones Unidas y del
Comité de Descolonización".
El primer ministro británico le
contestó que "no iba a hablar sobre soberanía", a lo que la jefa del
Estado le respondió que "sólo quería dialogar tal cual lo ordenan las
Naciones Unidas" y que le quería entregar el sobre en mano.
Cameron se negó a recibir el sobre y se retiró del lugar en el que se encontraba Cristina.
"Nos
damos cuenta que el aumento de apoyo que ha habido en el mundo a la
posición argentina está haciendo mella en el gobierno británico. Por
primera vez en muchas décadas se ven obligados a responder
públicamente", dijo Timerman al analizar lo sucedido.
El canciller
dijo que "es la primera vez que se produce este diálogo" y que "el
análisis que hacemos es que el lugar para hablar sobre esta cuestión era
el Comité de Descolonización de la ONU donde estuvo presente la
Presidenta y no estuvo presente el primer ministro británico".
Timerman
agregó que "en el multilateralismo, cuando uno lo respeta en serio, se
habla de lo que se tiene que hablar y el encuentro del G-20 es para
hablar sobre la crisis que azota a Europa".
Señaló que Cristina
tenía el sobre con los documentos sobre Malvinas entre sus papeles de
trabajo de la Cumbre y que aprovechó la situación para intentar
entregárselos al premier británico.
"Los estados tenemos la
obligación de dialogar, pero el primer ministro británico se negó a
recibir los documentos", subrayó el canciller.
fuente Télam