El otro negro gigante de Rosario


Rosario, cuna de la bandera, es la tierra de los negros. Tiempo atrás recordamos al negro Fontanarrosa y hoy es el momento de homenajear a otro negro gigante de Rosario, el Negro Olmedo, que hoy cumpliría 78 años.

Alberto Orlando Olmedo nació el 24 de agosto de 1933 en la populoso e industrial ciudad santafesina de Rosario. De origen humilde, Olmedo conoció la pobreza y deambuló por las calles cargadas de potrero y malandras en las zonas periféricas de la ciudad. En aquel ambiente el niño Alberto se fue haciendo actor, quizás como una forma de supervivencia y de expresión. Con sólo 14 años, comienza su vinculación con las artes escénicas.

En 1955 se mudó a Buenos Aires, en donde ingresó como técnico a canal 7. Cuenta la leyenda que en la fiesta de fin de año del canal, el “Negro” realizó una improvisación de antología, que le valió ser contratado en el acto para el staff estable de actores de la televisión pública de entonces.

Cinco años después, y luego de numerosos papeles, Olmedo se transformó, desde la pantalla de canal 9, en el Capitán Piluso, entrañable personaje que fue la adoración de los niños durante los convulsionados años 60. La tira infantil se emitirá durante nueve años en canal 7, el 9 y el 2 de la ciudad de La Plata.

Mientras, Olmedo diversificaba sus actuaciones, con notorios éxitos en el teatro, la televisión y las primeras películas. Durante aquella década y la siguiente, el “negro” de Rosario se fue transformando en un actor popular y con cierto reconocimiento. A esa altura, ya integraba los principales grupos teatrales del género de comedia en Buenos Aires.

Al iniciar la temporada de 1976 en Canal 13, desde su programa El Chupete se anunció “la desaparición física” de Alberto Olmedo. La “humorada” del Negro escondía un duro mensaje político en los albores mismos de la terrible dictadura militar. El programa fue levantado inmediatamente y los guionistas despedidos. Olmedo soportó dos años de censura, de los que regresó en 1978 para reiniciar sus apariciones televisivas.

Durante aquellos años, el negro logró ponerle una sonrisa a la tristeza argentina, pese a que su rol como capocómico en la dictadura aún es tema de discusión.

En 1981, se estrenó el que sería su gran éxito televisivo y artístico: No toca botón. De allí, hasta su trágica muerte, Olmedo será el referente del humor popular, con la aparición de personajes célebres, como el dictador de Costa Pobre, Chiquito Reyes y el inolvidable Monasanta.

El 5 de marzo de 1988, cuando se encontraba en la cresta de la ola de la popularidad y luego de una larga noche junto a amigos y su pareja, Nancy Herrera, Olmedo se cayó desde el piso 11 del edificio Maral 39, ubicado en pleno centro de Mar del Plata. Esa madrugada, el país se quedó sin el negro, el otro negro gigante de Rosario. 
Pablo Camogli