Las grandes culturas originarias, los incas


Mientras que en el norte del continente los aztecas habían alcanzado un fuerte predominio, en Sudamérica el imperio Inca se encontraba en el máximo de su expansión territorial y enfrentando una compleja crisis interna cuando se produjo la invasión europea. Al igual que sus hermanos del norte, los incas cayeron en relativo corto tiempo, pese a que sus patrones culturales continúan muy vigentes en toda la región andina.

Los incas son la consecuencia de una larga evolución histórica operada en el altiplano y en la costa que hoy pertenece a Chile, Perú y Ecuador. Luego del predominio de diversas culturas y regiones, para el siglo XIII el núcleo de habitantes del Cuzco comenzó a ganar preponderancia política, económica, social y, evidentemente, religiosa.

Manco Capac fue el primer inca que registra la historia, el responsable de la expansión inicial por sobre otras tribus del altiplano. A partir de allí, el particular sistema social de los incas impulsó un expansionismo voraz por parte del naciente imperio. Como para los incas sus emperadores son dioses, estos nunca mueren y siempre continúan vivos, hasta después de muertos. Para ello, los emperadores eran momificados y transformados en Huacas, a los que seguían venerando y sirviendo como en vida.

Esta creencia se tradujo en lo que se denomina la herencia partida. Esto quiere decir que las Huacas, o sea, la momia del inca muerto, mantenía la posesión sobre todos sus bienes y tierras, por lo que cada nuevo emperador se veía en la necesidad de emprender nuevas campañas de conquistas para asegurarse sus propias tierras.

Al momento de la llegada de los españoles liderados por Pizarro, los incas estaban envueltos en una guerra civil generada por la imposibilidad de realizar nuevas conquistas, ya que el sistema había alcanzado su límite. Los incas dominaban toda la cordillera desde Mendoza hasta Ecuador, en una expansión territorial pocas veces alcanzada por otro imperio a la largo de la historia de la humanidad.

Con una economía más rudimentaria que la azteca, los incas también aprovecharon las características geográficas para diversificar su producción. En su caso, bajo el sistema de pisos altitudinales. En cada altura, se producía un tipo de producto. Los principales eran el maíz y la papa, que constituía el principal alimento para el pueblo incaico.

Al igual que en el caso de los mexicas, los españoles se valieron de las contradicciones operantes entre los incas, para sacar su provecho a la hora de la invasión. De esta forma capturaron al último inca, Atahualpa, a quién asesinaron vilmente. Algunos grupos de incas mantuvieron una fuerte resistencia hasta finales del siglo XVI, cuando los españoles pudieron dominar toda la región. La resistencia y la lucha, continúan hasta hoy y perdura, en la presencia cada vez mayor de las culturas originarias.

Pablo Camogli