El humor gráfico argentino ha sido, y sigue siendo, de
excelencia. Numerosos artistas han creado, a lo largo del tiempo, un sin fin de
personajes entrañables que han perdurado en el tiempo y en la memoria colectiva
de generaciones de argentinos. Uno de esos personajes inolvidables es el indio
tehuelche Patoruzú, creado por Dante Quinterno el 19 de octubre de 1928.
Quinterno había nacido el 26 de octubre de 1909 y desde los
15 años que trabajaba como ayudante de dibujo para el diario Crítica, la
publicación más popular de la época. Luego de publicar algunos dibujos, en 1927
y con sólo 18 años, Quinterno comienza a publicar la tira cómica Don Gil
Contento.
Dentro de esa tira, hizo su aparición el indio
Curugua-Curuguagüigua, al que rápidamente le cambiaron el nombre por el de
Patoruzú, debido a lo complicado que era la pronunciación del anterior.
En un principio la tira dura unos días, pero para diciembre
ya aparece en el diario La Razón, bajo el nuevo nombre de las aventuras de
Julián de Montepío, quien en 1935 pasará a denominarse Isidoro Cañones.
A partir de 1935, la tira se muda al diario El Mundo, en
donde la preponderancia de Patoruzú ya es total. El éxito fue tal, que al año
siguiente Quinterno se decidió a sacar una publicación mensual con las
historias del indio patagónico. Así, el 12 de noviembre de 1936 apareció el
primer número de Patoruzú. En cuestión de horas, se habían vendido 100.000
ejemplares de este histórico número 1.
Dos años después, la revista se vuelve quincenal, debido al
interés de los lectores. Poco tiempo más y la revista debió salir en forma
semanal, siempre con su formato apaisado que la caracterizaría. Durante 41
años, Patoruzú fue una revista de consumo masivo para chicos y adultos. Entre
1936 y 1977 se editaron 2045 números, con millones de ejemplares vendidos.
Además, entre 1937 y 1984 se publicaron 47 ediciones anuales
del libro de oro de Patoruzú, una especie de resumen que salía, con gran
expectativa, sobre los últimos días del año.
Dante Quinterno creó mucho más que un personaje de
antología, creó toda una industria del comics en la Argentina. Fue reconocido,
premiado y admirado por propios y extraños. Al igual que muchos personajes de
nuestra cultura, de haber nacido en otras latitudes, si figura habría alcanzado
ribetes de leyenda mundial.
Pablo Camogli