Y con el número 10…


Dijeron que Messi era un pecho frío, y que Zavaleta es una zona caliente. Que no sentía la camiseta, y que los villeros no sentimos el laburo. Que no era latinoamericano, y que nosotros no somos argentinos. Que sólo le importaba la plata, y que sólo nos importan los choripanes. Que era malo por haberse ido, y que somos malos por haber venido. Que vivía jugando a la play, y que vivimos mirando la tele. Que lamentablemente no era como Maradona, y que desgraciadamente somos como Maradona… A ustedes, barriletes cósmicos de los medios marcianos, ¡gracias! De no haber sido por la histórica estigmatización que sufrimos las villas, jamás nos hubiéramos atrevido a sospechar de los dedos que señalan a Lío. Pero el espanto nos encontró, como nos encuentra su fútbol, el amor al Diego y su inapelable argentinidad. Ojalá digan ahora que le pagamos o que nos vendimos, que lo hace por prensa o que lo hacemos por giles, que quiere hacerse el negrito o que queremos hacernos los chetos. Digan lo que quieran, pero ya no podrán tapar este grito al unísono de los “inmigrantes” villeros y el crack “europeo”, con el mundo a sus pies: ¡Aguante Argentina! La tienen adentro.

En una extensa entrevista con la revista de cultura villera La Garganta Poderosa, el capitán del seleccionado argentino y figura de Barcelona, Lionel Messi, habló en profundidad sobre el fútbol y los temas que tocan a la sociedad argentina. Diego Maradona y el Che Guevara, la desaparición de Jorge Julio López, el precio de ser el mejor jugador del mundo, entre otros temas, en boca del crack argentino.
Las críticas que recibe y su admiración por Maradona y el Che Guevara. "Se dijeron muchas cosas, pero yo no les doy importancia, porque no le tengo que demostrar nada a nadie. Yo sé muy bien lo que siento y sé de dónde soy. Por eso, lo que se dice no me interesa. A mí, me pasa de ir por otras partes del mundo y encontrarme la camiseta argentina relacionada con mi nombre, o sea, los colores del país con mi apellido, y eso es lo máximo. Me emociona ver camisetas o banderas del Che Guevara, de Diego, de Argentina en cualquier lugar del mundo; me causa una sensación hermosa. Siempre que veo el celeste y el blanco, me acerco a preguntar, porque los argentinos somos así, o por lo menos yo. Cuando veo a alguien de mi país, necesito sentirme cerca".
Su relación con Maradona. "Tuve la oportunidad de estar con él y de tener muchas charlas, porque yo estoy viviendo muchas cosas que él pasó cuando era joven. Todo lo que siento por él, se lo dije en la cara, y también él a mí. Por eso, se mantiene la relación que tenemos. El tiempo que estuvimos juntos en la Selección hablábamos mucho, estábamos muy cerca, compartíamos muchas cosas. Y aunque yo no sea muy demostrativo, la verdad es que sabe muy bien todo lo que siento por él".

Sobre la desaparición de Jorge Julio López. "Me parece algo terrible esa situación, su desaparición, que no tiene que ver con la historia de un solo hombre, sino con muchísimas cosas que suceden. Y que pasan seguramente también en otros lados, pero uno piensa en la Argentina, porque es el país de uno. La verdad es que este tipo de hechos son realmente terribles. Y ya no deberían pasar más. Por todo eso, yo intento, desde mi lugar, con una fundación, poder ayudar, aunque quizá sea poquito, para tratar de cambiar todo lo malo que hemos vivido en el pasado. Sabemos que es difícil, que hemos sufrido mucho, pero mi intención es ayudar lo máximo posible para mejorar las cosas".
La fama y el dinero. "No son lo más importante. Realmente, yo creo que sólo importa lo que uno es. Nunca nadie debería perder la humildad. Yo no soy mejor ni peor persona por lo que tengo, ni me creo más que otro, para nada. De hecho, me parece que la preocupación central para todos nosotros debe ser que todas las personas de este mundo puedan tener un plato de comida
Ser el número 1. "Para mí, es un orgullo que se diga todo lo que se dice de mí, por lo que hago dentro de una cancha, pero me llena mucho más cuando se habla de lo que soy como persona, de lo que hago afuera del terreno de juego, porque eso es lo más importante de todo. Me alegra que se rescate lo que soy. Para mí, ser el número uno significa ser querido. Entonces, uno debe disfrutarlo y vivir el fútbol con alegría, porque jugar a la pelota es una manera de demostrar muchos valores, entre ellos la amistad. Uno comparte muchas cosas y mucho tiempo con los compañeros. Y eso es algo muy especial. Yo intento hacer las cosas bien, porque sé que hay muchos chicos que se fijan en uno y es un orgullo ser un ejemplo para ellos, por lo que hago dentro de la cancha, pero sobre todo por el comportamiento que tengo afuera, siendo humilde, sin olvidar de donde uno salió, y peleándola siempre. Porque por más que ahora esté bien económicamente, yo no me olvido que no siempre fue así. Por eso, creo que uno jamás debe dejar de ayudar a los que más necesitan".