Para comienzos del siglo XVI, la Europa cristiana estaba
surcada por una profunda crisis moral,
que tenía su origen en la corrupción imperante en la cúpula de la Iglesia
Católica, en donde papas y obispos disfrutaban de una vida disipada y
vergonzosa. La venta de indulgencias se había hecho una costumbre y no había
cura que no vendiera el perdón de Dios al mejor postor. El repudio que estas
prácticas generaron en buena parte de la población, ocasionaron el surgimiento
del hombre de la reforma.
Ese hombre fue Martín Lutero, nacido el 10 de noviembre de
1483 en Eisleben, Alemania. Luego de haber iniciados sus estudios en derecho,
Lutero abandonó todo para ingresar al monasterio agustino de Erfurt con el
objetivo de dedicarse a la vida monacal. Lutero se abocó a los estudios
teológicos en la universidad de Wittenberg, hasta doctorarse en teología y en
los estudios bíblicos.
Toda la década de 1510, Lutero la dedicó a un profundo
estudio sobre el contenido de la biblia y su relación con las conductas
contemporáneas de los curas, los obispos y los propios papas. En 1510 pudo
efectuar una visita a Roma, en donde encontró una curia abandonada a la lujuría
y el pecado, algo que le produjo un profundo pesar y fuertes contradicciones
que en breve se transformarían en la mayor revolución producida en el seno de
la iglesia.
Esa revolución comenzó el 31 de octubre de 1517, cuando
Lutero clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus famosas 95 tesis, que
abrieron paso a un debate inusitado en el seno de la iglesia católica. En
principal punto en cuestión, eran las indulgencias, que para esa altura se
habían transformado en una mercancía comercializada por curas y obispos.
El texto fue traducido al alemán y pasó de mano en mano a
una velocidad sorprendente, contagiando a buena parte de la grey católica
alemana en la necesidad de reformular las prácticas religiosas.
La respuesta del Vaticano fue declarar a Lutero como un
hereje, pese a lo cual se abrió una fuerte controversia entre los teólogos
papales y el propio monje alemán. Luego de la dieta de Worms, en 1521, Lutero
fue declarado prófugo y hereje, por lo que debió mantenerse clandestino por un
tiempo. Claro que ya el proceso de cambio se había desatado, estaba naciendo
una nueva vertiente religiosa dentro del catolicismo, la del protestantismo.
Pablo Camogli