Condenan a Baltazar Garzón


La condena -que le imposibilita recuperar el cargo, puesto que cuando venza ya estará jubilado- es por el proceso que culminó hace dos semanas y en el que fue acusado de haber autorizado escuchas ilegales a miembros y abogados del Partido Popular, a quienes investigaba por corrupción en el marco del denominado Caso Gürtel. Aún está pendiente la resolución de la Justicia española por el proceso que culminó ayer y en el que se le imputa el delito de “prevaricación” por haber iniciado una investigación por los crímenes ocurridos durante la Guerra Civil y la dictadura de Francisco Franco.

El Tribunal Supremo español condenó al juez de renombre internacional por su trabajo a favor de los derechos humanos a "11 años de inhabilitación especial para el cargo de juez o magistrado con pérdida definitiva del cargo que ostenta y de los honores que le son anejos", según la sentencia. El alto tribunal consideró que Garzón vulneró el derecho a la defensa al ordenar la grabación de conversaciones en prisión entre abogados defensores y sus clientes, presuntos cabecillas de una red corrupta que en 2009 salpicó a altos cargos del Partido Popular, que ahora gobierna España.

"Ahora tengo yo que pagar a Correa y Crespo", dijo Garzón en referencia a la multa de 2500 euros a la que también fue condenado. Es que el magistrado, que oficialmente dejará de serlo en los próximos días, cuando el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) haga efectiva su expulsión, tiene además que correr con las costas del proceso.

"Está desolado", dijo su abogado Francisco Baena Bocanegra. No hay segunda instancia española a la que pueda recurrir el juez, aunque sí podría acudir al Tribunal Constitucional o al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.

El mismo tribunal dejó visto para la sentencia de otro juicio contra el magistrado, en el que está acusado por dos grupos ultraderechistas españoles de haber querido investigar la suerte de más de 114 mil desaparecidos durante el franquismo pese a una ley de Amnistía de 1977. La coincidencia de estos casos contra Garzón, y la existencia de un tercero para el que aún no se anunció juicio, llevaron a sus partidarios a denunciar una maniobra política contra un magistrado.

Fuente: Páginas/12