La etapa revolucionaria e independentista
fue cuna de grandes historias colectivas y, también, de notables páginas
individuales, en donde los hombres de armas fueron los grandes protagonistas de
aquella historia. Uno de estos personajes destacados fue Juan Gualberto
Gregorio de Las Heras, el león invencible de los Andes.
Las Heras nació el 11 de junio de 1780 en
Buenos Aires, en donde inició sus actividades comerciales. La invasión inglesa
a Buenos Aires de 1806 y 1807, cambió el curso de su vida. A partir de allí,
Las Heras se transformaría en militar, un militar de extraordinaria foja de
servicios.
En 1813, Las Heras fue enviado, junto a sus
hombres del batallón de Auxiliares Argentinos hacia Chile, país que se
encontraba amenazado por la contrarrevolución que tenía en Lima a su capital.
De esta forma, y cuatro años antes de que lo hiciera San Martín, una fuerza
argentina cruzó los Andes para sostener la revolución en el hermano país.
En Chile, las tropas del Río de la Plata
lucharían en Membrillar y Cucha-Cucha con destacada actuación, hasta octubre de
1814, cuando luego de la derrota de Rancagua, el gobierno patrio chileno cayó
en poder de los realistas. Las tropas de Las Heras fueron las encargadas de
custodiar a la extensa columna de emigrados chilenos que cruzó los Andes en
procura de la protección mendocina.
En Cuyo, ya gobernaba José de San Martín,
que recibió con beneplácito a un oficial como Las Heras. Prontamente lo
transformó en jefe del batallón de infantería N° 11 y en uno de los principales
maestros del campamento de instrucción de El Plumerillo. Durante el cruce de
los Andes de 1817, Las Heras comandó la columna que cruzó por el paso de Uspallata,
con la artillería en retaguardia.
El 12 de febrero de 1817, el batallón N° 11
tuvo una actuación secundaria en la memorable batalla de Chacabuco, pero un año
después el accionar de Las Heras y sus hombres, salvó al ejército ante el
desastre de Cancha Rayada. En aquella acción, realizada por sorpresa y de
noche, los realistas tomaron por el frente a buena parte de las tropas
argentino-chilenas, pero Las Heras eludió el ataque al emprender una silenciosa
marcha por el flanco que salvó a sus tropas y permitió, en buena forma, el
triunfo definitivo de Maipú.
A la hora de emprender la campaña al Perú,
Las Heras fue designado como jefe del Estado Mayor, cargo que desempeñó durante
muchos meses, hasta que afloraron las tensiones políticas por la conducción
revolucionaria de San Martín. Por ello abandonó el Perú y regresó a Buenos
Aires, en donde fue gobernador, cercano al bando unitario.
Luego de ello, se mudó a Chile, lugar en el
que falleció el 6 de febrero de 1866, el día, en que murió Las Heras, el león invencible de los Andes.
Pablo Camogli