Este jueves entró en vigor el tratado de libre comercio
entre Corea del Sur y Estados Unidos, luego de largas postergaciones y en medio
de protestas en Seúl.
El acuerdo, firmado hace cinco años, es el mayor de este
tipo para EE.UU. en 16 años y se empieza a aplicar mientras Seúl intenta abrir
sus mercados a otros socios comerciales, incluyendo Colombia, México y Perú. El
país asiático ya tiene un acuerdo comercial con Chile.
El presidente estadounidense, Barack Obama, habló por
teléfono con el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, para darle luz verde al
acuerdo.
Sin embargo, muchos surcoreanos se preguntan con
escepticismo quién se beneficiará con la noticia.
Firmado en 2007, el acuerdo fue tratado fue aprobado por el
Congreso de EE.UU. y ratificado por el parlamento de Corea del Sur el año
pasado.
Según el pacto, los aranceles sobre 80% de los productos que
se comercian entre los dos países van a desaparecer de inmediato, y un 95% del
comercio entre ambas naciones se cubrirá dentro de cinco años.
El gobierno de Corea del Sur dice que espera que el tratado
genere más de 300.000 puestos de trabajo durante los próximos 10 años e impulse
el crecimiento económico.
Pero no todos están contentos con el acuerdo.
Como explica la corresponsal de la BBC en Seúl, Lucy
Williamson, los agricultores y propietarios de pequeñas empresas dicen que van
a terminar pagando el precio del aumento en las exportaciones de automóviles y
electrónicos por parte de grandes empresas de Corea del Sur.
Los aranceles sobre algunos productos agrícolas clave como
la carne, así como los coches, se han estado eliminando gradualmente durante
varios años, para darles a las industrias nacionales tiempo para adaptarse.
Por lo pronto, las icónicas motocicletas Harley-Davidson ya
bajaron sus precios en el salón de exhibición en Seúl esta semana, en
anticipación a la desaparición de su arancel, que de 8% quedará reducido a
cero.
Beneficios
Pero en las calles de la populosa zona de compras de
Myeong-dong, muchos transeúntes consultados por la BBC no están tan convencidos
de los beneficios del acuerdo.
"Me preocupa que las compañías de alimentos
estadounidenses enormes amplíen su presencia aquí y que las empresas coreanas
pierdan competitividad y, en última instancia, se conviertan en objeto de una
mayor influencia de Estados Unidos", dice un hombre.
"Soy bastante escéptico sobre el efecto del TLC",
señala otro comprador. "Creo que sólo va a beneficiar a las grandes
empresas. En base a los acuerdos de libre comercio anteriores que he visto con
Chile y la UE, me pregunto si la reducción de impuestos ayudará realmente a que
los precios bajen."
Y, para Williamson, puede que tenga razón.
Un periódico local publicó una encuesta de este mes que
indica que, si bien algunos comerciantes dijeron que estaban planeando importar
más productos de Estados Unidos después de que el TLC entre en vigor, sólo una
cuarta parte hará partícipes a los clientes de las reducciones arancelarias.
El resto dijo que, simplemente, va a quedarse con la
diferencia.
¿Quién gana?
Así que ¿quién gana realmente con este TLC? Esa ha sido la
manzana de la discordia durante años.
Los gobiernos de ambos países dicen que el tratado va a
impulsar sus economías y crear empleo. Los analistas en Seúl dicen que tras el
acuerdo podría haber un aumento del 5,7% del PIB.
El ministro de Comercio Corea del Sur Bark Tae-ho dijo que
espera que el tratado sirva para compensar un relativo debilitamiento en las
relaciones comerciales entre los dos países en los últimos años.
"Para Corea, esta tendencia es alarmante", dijo.
En particular, dada la crisis de la eurozona, un impulso en
los lazos entre Estados Unidos y Corea del Sur sería muy oportuno, añadió.
A pesar de eso, y de las promesas gubernamentales de apoyo,
los agricultores y propietarios de pequeñas empresas, en particular, se han
opuesto ferozmente.
En los últimos años ha habido varias visto protestas en la
capital. Y los partidos de oposición dicen que van a tratar de bloquear el
acuerdo si ganan las elecciones este año.
Ofertas por venir
Pero eso no ha sido suficiente para detener las aspiraciones
de libre comercio de Corea del Sur.
Su economía, que va en alza impulsada por las exportaciones,
ha hecho de los acuerdos de libre comercio en el centro de su estrategia: el
objetivo es firmar acuerdos de libre comercio bilaterales con prácticamente
todos sus socios comerciales.
Después de haber sido el primer país asiático en firmar un
TLC con la Unión Europea el año pasado, y de haber puesto en marcha este último
acuerdo con EE.UU., Corea del Sur está comenzando a discutir la posibilidad de
iniciar negociaciones de TLC con China.
También existe la idea de un acuerdo trilateral entre Corea
del Sur, China y Japón.
El tratado con EE.UU. puede haber sido una batalla larga,
pero para muchos líderes políticos y empresariales en Corea, este es sólo el
comienzo.
Fuente: BBC mundo