El ex comisario de la policía de Misiones,
Felipe Nicolás Giménez, amplió su declaración en el juicio que se le sigue por
violaciones a los derechos humanos y afirmó que "estamos bajo el aparato
represor del Estado y de Cristina Fernández de Kirchner". Este es un nuevo
intento por deslegitimar el proceso que se le sigue junto a otros cuatro
integrantes de la Jefatura de Policía de Misiones, acusados de haber cometidos
apremios y torturas contra medio centenar de personas durante los años 1976 y
1977.
Ya en la audiencia inaugural del juicio,
realizada el 21 de marzo pasado, Giménez había realizado polémicas
declaraciones, al “acusar” a la presidenta de la Nación, al
ministro de Derechos Humanos de la provincia, Edmundo Soria Vieta, al
gobernador, Maurice Closs, al ministro Coordinador de Gabinete, Ricardo
Escobar, al presidente de la Legislatura, Carlos Rovira y al abogado
querellante, Orlando Prestes, del supuesto crimen de “ancianicidio”. En aquella
ocasión, el torturador dijo: "Yo no fui carcelero de nadie, tomaba
registro de los detenidos. Nuestra función era registrarlos, los terroristas
misioneros sembraron el terror con bombas y con incendios".
Otro que amplió su declaración, fue el médico
policial Guillermo Roque Mendoza, acusado de ser el responsable de revisar a
los detenidos para definir si se podía o no continuar con las torturas. En su
defensa, aseguró que “nunca utilicé métodos violentos en mi tarea policial,
nunca ofendí ni hice ningún tipo de daño a Luis Franzen”, una de las víctimas
por las cuales está acusado. Además, agregó "En mi vida atendí a esas
personas, no las conozco, no sé quiénes son y no recuerdo a los que me
acusan". Finalmente, dijo que “de un día para el otro pasé de ser doctor a
represor e imputado".
En la jornada del miércoles 11, además, se
escucharon nuevos testimonios de las víctimas del mayor centro clandestino de
detención que funcionó en Misiones, la Jefatura de Policía, ubicada en pleno
centro de la ciudad de Posadas.
En primer lugar, declaró Teresa Cecilia
Franzen, quién relató su experiencia ante el tribunal: “El 9 de noviembre de
1975 estábamos durmiendo, buscaban a mí hermano en un operativo, pero no lo
encontraron, estaba un Falcón con muchas personas. Nos llevaron detenidas a mi
hermana Silvia y a mí, estuve detenida sin saber por qué en lugares donde había
cuchetas y muchas otras mujeres, varias eran jovencitas y estaban lastimadas.
Escuchaba ruidos y gritos de personas pero no sabía quiénes eran”.
Entre lágrimas, recordó “El señor Ríos vino
varias veces a mi casa, pues era conocido de mi familia, me invitaba a salir. “Si
colaborás, Teresa no te va pasar nada”, recordó Franzen.
Otro testimonio, fue el de Alfredo
Ortellado, quién declaró lo siguiente: “En septiembre de 1976 concluí el
Bachillerato Polivalente N° 12, en la ciudad de Posadas. El 29 de septiembre,
siendo aproximadamente las 0:40 horas volvía a mi casa del colegio, tomé la
Avenida Corrientes hacia la Mitre, a la altura de 3 de Febrero se me cruza un
Ford Taunus blanco con techo vinílico. Me esposaron y me vendaron los ojos, me
tiraron al piso del auto y siento que llevo apoyado el pie de dos personas en
mi cuerpo. Durante la detención me pareció escuchar una voz conocida, pedí agua
y me dijeron que no por que empezaba la sesión de picanas y me iba hacer
mal. No les interesaba lo que hacía yo,
querían saber dónde estaba Ricardo Adolfo Escobar (actual ministro Coordinador
de Gabinete), quién era mi compañero en la secundaria y pertenecíamos a la
Unión de Estudiantes Secundarios, una rama del Peronismo. Durante mi detención
no recibí asistencia médica y estaba lleno de picaduras de pulgas”.
Carlos Adolfo Gómez
Foto: Natalia Guerrero (territoriodigital)