En el fútbol, como en todos los ámbitos de
la vida, la política es un factor omnipresente. Así, hay países en donde
ciertas regiones dominan la escena futbolística por el simple poderío de sus
economías y los aceitados contactos políticos. Italia, es uno de esos países.
Aquellos equipos del norte del país han dominado el campeonato del calcio desde
su creación en 1898, con un fuerte predomino de los equipos de Milán, Roma y
Turín. Nunca un equipo del sur de Italia había ganado el campeonato, hasta el
10 de mayo de 1987, el día en que el sur venció al norte poderoso.
La Sociedad Sportiva Calcio Napoli es el
club más popular e importante del sur de Italia. Enclavado en la bulliciosa
Nápoles, el club fue fundado el primero de agosto de 1926 y siempre soñó con
torcerle el brazo a los equipos tradicionalmente campeones, como el Milan, el
Inter, la Juventus, el Torino, el Genoa o la Roma.
El primer golpe de efecto, lo logró el
Nápoli en 1962 cuando se consagró campeón de la Copa de Italia, el segundo
torneo en importancia en el país. Lo curioso del caso, es que lo hizo jugando
en la serie B del calcio, por lo que es el único equipo en la historia que
logró la copa desde la segunda división. El Nápoli repetiría la conquista en
1976.
Claro que estos títulos, si bien
importantes, no eran el objetivo central, que era ganar el Scudetto. Para ello,
el 30 de junio de 1984 el equipo compró al jugador más prometedor del fútbol mundial:
Diego Armando Maradona.
Luego de dos temporadas irregulares y de
haberse transformado en el indiscutido mejor jugador de todos los tiempos en el
mundial de México 86, la temporada 86/87 prometía ser la del despegue
definitivo del club. Y así fue. Durante aquel año, Maradona fue incontrolable y
uno a uno fueron cayendo los poderosos del norte. Ni siquiera los tradicionales
arbitrajes favorables a los equipos norteños, pudo doblegar el andar victorioso
del Nápoli.
El 10 de mayo de 1987, el viejo sueño se
hizo realidad ante un estadio San Paolo repleto de tifossis. Ese día el Nápoli
empató 1 a
1 con la Fiorentina y se consagró por primera vez campeón. Ese año, además,
haría un doblete histórico al ganar la copa Italia con un récord absoluto de haber
ganado todos los partidos.
Pablo Camogli