Cadena productiva de lana misionera sigue creciendo

Un proyecto de un pequeño grupo de artesanos misioneros se convirtió en una cadena productiva de lana en la región que se encuentra en plena etapa de crecimiento y genera el interés en diferentes localidades. La iniciativa fue apoyada por el Comité Ejecutivo de Desarrollo e Innovación Tecnológica (CEDIT), que financió cinco ruecas para facilitar el trabajo de las productoras. Creen que podrán producir anualmente dos mil kilos de lana con las ovejas que hay en la región. 

Ganas de trabajar, de crear, de producir lana misionera fue lo que motivó a este grupo de artesanos que se inició en un camino desconocido, y que está superando todos los obstáculos gracias a esa fuerza que los motiva a trabajar juntos y lograr ese objetivo nunca antes realizado en la provincia. En principio fue un proyecto de cuatro personas de realizar lana de forma artesanal con las ovejas que tenía un allegado. Pero luego, para sorpresa de los iniciadores, se fueron sumando mujeres de Fachinal que criaban ovejas en sus casas y que al enterarse del proyecto se “emocionaron mucho porque ellas esquilaban y como no tenía utilidad quemaban. Una de ellas lloró por el alcance que tenía eso”, explico Miryam Millan, una de las creadoras del proyecto.

Luego comenzaron a investigar en la zona de Fachinal, para corroborar la existencia de ovejas. Es así como el camino de estos innovadores comenzó desde cero, “hicimos un trabajo muy de fondo de estudio de la población, alcance, llegar a las casas, explicarles de qué se trataba y lograr que tomen confianza”.

El primer paso del proyecto fue la capacitación, en principio por parte del fabricante “de las ruecas, esas que el CEDIT nos cedió cinco”, contó Millan. Además realizaron jornadas de capacitación con un “instructor de hilado, e invitamos solo a mujeres que tenían ovejas, que trabajaban en campos, para que conocieran la técnica, también a diseñadoras de indumentarias para que vean como otra materia prima como para incluir en los diseños”. Así también realizaron un  curso de tintes naturales con un productor de ponchos Mapuches.

El proceso de fabricación de lana tiene varios pasos, “todo es a mano, primeros hay que ir peinando con las paletas para recién poner en las ruecas donde sale una plancha peinada y ahí va el hilado o el fieltro porque lo que la lana tiene dos líneas: una que puede ser hilado y usar para tejer o el fieltro que se amasa con calor y jabón y se obtiene un paño y se puede usar como tela, cortar, coser y si se hace con moldería se obtiene pantuflas, botas, guantes”.

Las productoras utilizaron la lana misionera para realizar “pashminas, pantuflas, mantas, todo lo que pudimos hacer en prototipo, lo presentamos en Misiones Innova”, evento que realiza el CEDIT donde se exhiben las innovaciones realizadas en la provincia. Tras la presentación del proyecto, las mujeres solicitaron “al presidente del CEDIT cinco ruecas y aceptó. Esa donación nos ayudó mucho”, explicó Millan, quien aseveró que la capacitación no sirve “si no le das herramientas a las productoras”.

El proyecto aún  tiene muchos pasos que cumplir. En principio aguardan con  ansiedad poder concretar un lavadero mecánico. Para lo cual “nos van a dar una hectárea al lado del arroyo, para lavar la lana. Ya hicimos contacto con diseño industrial e ingeniería y ellos nos están desarrollando un proyecto de un lavadero, porque el proceso más engorroso de la lana es el lavado y el peinado. A partir de que tenés la materia prima va rapidísimo”

Además establecieron contacto con el Departamento de Investigación de Fibras del INTI, quienes vendrán tres meses a Fachinal, para enseñar el proceso de limpieza de las fibras y “nos van a ayudar a desarrollar un producto de fibras de Misiones. Porque van a enseñar el proceso de limpieza, de hilado y de piel desde la investigación”. Para concretar ese paso, enviaron vellones sucios para que los expertos puedan analizar el alcance de la lana, porque de los micrones depende la elasticidad de la lana y la calidad del producto.

Además están pensando en rediseñar los objetos realizados con lana para que tenga un  “utilitario urbano” para ellos se capacitaron en el programa trinacional de diseño con identidad en las artesanías Ñandeba, para “darle mejor impacto visual a las artesanías, utilidad, terminación”. Así también quieren instruir a los esquiladores para  obtención de una buena fibra, “porque si está mal esquilado la fibra se rompe”.

Los creadores de este proyecto están satisfechos porque “se generó un interés social. Al principio éramos cuatro y ahora son doce que van encadenándose. La idea del proyecto es que Fachinal sea el polo, “porque se sumó Profundidad, por pedido de ellos; y Candelaria donde también tiene muchas ovejas, cada productor tiene alrededor de 30 ovejas. Entonces haciendo una sumatoria en la región podemos llegar a obtener por año dos mil kilos de lana, es mucho, porque una manta grande se hace con un kilo de lana. Esto sin tener el incentivo de la cría, con lo que hasta hoy día eso lo desechan. Además Cerro Corá también pidió para sumarse”, recalcó Miryam.

Hay dos mercerías misioneras que “están ansiosas por recibir la lana porque para ellas es una felicidad poder vender un producto misionero. Pero la idea es acopiar, generar productos terminado y presentarlo en octubre en la feria del Mercosur que se realizará en Iguazú”.
fuente CEDIT