Fumata por el salario y promesa de asignaciones

Tras ocho horas de negociaciones, las cámaras patronales, la CGT y la CTA pactaron la suba del salario mínimo. Será retroactiva al 1º de agosto. El Gobierno se comprometió a estudiar un aumento en el tope de los sueldos que cobran asignaciones familiares.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció ayer una suba del 25 por ciento del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que se ubicará en los 2300 pesos. La medida comenzará a regir de manera retroactiva a partir del 1° de agosto y el aumento será pagado de una sola vez. 

El acuerdo llegó luego de ocho horas de negociaciones, donde quedó en evidencia que la relación entre el Gobierno y la CGT, liderada por Hugo Moyano, atraviesa un momento de tensión. Según indicaron a Página/12 tanto empresarios como dirigentes gremiales, la CGT mostraba la posición más inflexible. 

“Los hombres siempre piden más”, fue la frase que utilizó la Presidenta para describir el contexto de la negociación, aunque enseguida reconoció que “los dirigentes estuvieron a la altura de lo que la sociedad espera”. “Más allá de las discusiones contrapuestas, si uno extiende la mirada en el fondo verá objetivos coincidentes”, sostuvo Fernández de Kirchner. La negociación se pudo destrabar cuando la CTA propuso negociar en los próximos 30 días la modificación del techo para el pago de las asignaciones familiares.

El titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, fue el primero en anunciar el acuerdo alcanzado por unanimidad entre los trabajadores y los empresarios. Esta fue la primera vez que la CTA firmó el acuerdo desde que se volvió a convocar el Consejo del Salario en 2005. “Quiero destacar el esfuerzo que hizo todo el movimiento obrero, más movimiento que nunca. En este acuerdo histórico también nos comprometimos a tratar el tema de las asignaciones familiares”, indicó Tomada, ante el plenario del Consejo.

La reunión del Consejo del Salario tuvo una primera etapa ayer al mediodía, encuentro que duró sólo diez minutos. Los sectores empresarios de la UIA, liderados por Daniel Funes de Rioja, y la CGT no se movían de sus reclamos. Los primeros aceptaban pagar un incremento del 18 por ciento, mientras que los segundos pedían una suba del 41 por ciento. Por eso se pasó a un cuarto intermedio, que comenzó después de las cinco de la tarde. Una vez retomado el encuentro, las posiciones seguían igual.

Alrededor de las 20.30, un empresario presente en las negociaciones confió a este diario que “la situación está más tensa que al principio”. Las distintas fuentes consultadas coincidieron en remarcar que los que estuvieron más duros en la negociación fueron los representantes de la CGT.

“Sobre el final de las negociaciones le propusimos a Tomada que se incluyera la promesa de fijar un nuevo techo para el pago de las asignaciones familiares, tema que no es de incumbencia del Consejo. El ministro aceptó y le llevó la propuesta a Moyano”, relató a Página/12 Pedro Wasiejko, titular del gremio de neumáticos, enrolado en la CTA.
Fue una promesa del Ejecutivo para los trabajadores, mencionada en público delante de la Presidenta y ratificada en la posterior conferencia de prensa del ministro. “¿Vos me pedías alguna otra garantía?”, agregó Tomada, dirigiéndose hacia Moyano, mientras la Presidenta miraba hacia adelante, con un gesto de satisfacción por el resultado de las negociaciones. “Siempre pide más, como todos los hombres”, dijo Fernández de Kirchner, en alusión directa a Moyano. “Este es el mejor salario mínimo vital y móvil de América latina, tanto en monto como en poder adquisitivo. Por primera vez estamos pensando un país a largo plazo”, sostuvo la mandataria.

“Los que más dificultades tenemos para pagar los salarios somos los sectores pymes. Sin embargo, fuimos los que acercamos la propuesta del incremento del 25 por ciento. Haremos todo lo posible para sostener el salario digno del trabajador”, afirmó Francisco dos Reis, presidente de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN).

Según indicó Tomada durante la conferencia de prensa, en los últimos ocho años el salario mínimo tuvo un incremento de 1050 por ciento. En 2003 había 2,5 millones de trabajadores bajo convenios colectivos, mientras que en la actualidad superan los cinco millones, con más de 1500 convenios colectivos firmados. El nuevo incremento del haber mínimo incidirá sobre 250.000 trabajadores, aproximadamente.

“Tenemos que seguir generando más empleo, sobre todo para algunas franjas etarias que a pesar del crecimiento económico no encuentran trabajo. Debemos mejorar mucho en la competitividad, no sólo desde el sector empresario, sino también desde el punto de vista laboral”, concluyó Fernández de Kirchner.

En relación con las asignaciones familiares, la promesa es abrir las negociaciones dentro de los próximos 30 días. La CTA quiere elevar el techo a partir del cual los trabajadores dejan de recibir la asignación de los actuales 4800 pesos a los 6000 pesos. La CGT también se suma a ese reclamo. Esta negociación podría adelantar, también, una posible modificación del importe de las asignaciones, tanto las familiares (las que reciben los trabajadores formales), como la universal por hijo.
 fuente Página 12