Felicidad para los niños, por Silvia Torres

Los cuidados, el juego, la alimentación son factores que determinan la felicidad de los niños y desde el Estado se implementan acciones en tal sentido para rescatar a la niñez pobre y marginada del disfrute de bienes esenciales.



Paseos para conocer la joya de la provincia, las Cataratas del Iguazú, y colonias de vacaciones para niños de familias pobres se vienen encarando desde varios organismos oficiales, incluida la Legislatura provincial.



La inversión en la niñez careciente y sin posibilidades de disfrutar de bienes imprescindibles para su crecimiento y desarrollo normal es una apuesta que el Estado no puede eludir, si es que tiene como objetivo salvar a generaciones víctimas de las políticas neoliberales que condenaron a los mayores a la indignidad de la desocupación, la pobreza y la falta de perspectiva de una vida digna para su descendencia.



Fue alentador que muchos de los bienes ofrecidos a los menores tenían el carácter de un premio, ya que se trataba de chicos que habían vuelto a la escuela y obtenido un excelente rendimiento. Y por ello, el Estado –es decir, todos los argentinos-, no sólo aporta para la reinserción escolar de menores que habían abandonado o nunca pertenecido al sistema educativo debido a infinitas carencias, sino que completa el proceso de inclusión con un paseo, el disfrute de juegos y el placentero baño en una piscina, de tal manera de elevarles la autoestima y hacerlos sentir que cada uno de ellos es importante para el presente y el futuro de la Nación. Es como decirles, son nuestros y nos importan.



Que la niñez vuelve a ser una prioridad de Estado lo demuestra no sólo la asignación universal que permitió bajar los índices de pobreza e indigencia, sino también que los distritos provinciales y municipales pusieron en sus agendas acciones para el solaz, el juego y la diversión de los menores pobres.



Asimismo, desde el Conicet, el organismo que conduce la investigación científica y tecnológica en el país, se siguió trabajando para perfeccionar dos alimentos sustanciales para la minoridad: el Yogurito y una especie de super leche chocolatada, enriquecidos con una bacteria probiótica que evita en un 50 % problemas intestinales y respiratorios de chicos en edad escolar.



Recientemente, el alimento fue perfeccionado con el disecado de la bacteria (Biosec), lo cual permitirá que la misma sea agregada a la leche, al yogur o a cualquier otro alimento al momento de servir el desayuno, de tal manera que se subsanó la dificultad de su formato anterior que exigía una cadena de bajas temperaturas para su conservación. Justamente, las escuelas más alejadas de los centros urbanos y casi siempre más pobres, no podían garantizar la cadena de frío y, por lo tanto, era imposible que sus alumnos accedieran al maravilloso alimento.



En la provincia de Misiones se otorgó la responsabilidad de fabricar Yogurito a la Cooperativa Alto Uruguay, para lo cual se construye la planta elaboradora que permitirá canalizar la producción láctea existente en la zona y su desarrollo sustentable.



Las inversiones que haga el gobierno provincial en esta materia tienen ventajas inconmensurables, ya que se trata de garantizar la salud de la población infantil. El consumo de uno de estos productos en el desayuno garantiza que los niños estén bien alimentados y eviten contraer las enfermedades que provocan estragos en la población económicamente vulnerable y que son atendidas por el sistema público de salud, con un costo muchísimo mayor que la prevención. En términos estrictamente económicos, hablamos de un negocio redondo.



Hasta el momento, 300 mil alumnos de las provincias de Tucumán, San Juan y Santiago del Estero reciben las dosis diarias del alimento, ya que en la primera provincia se encuentra el Centro de Referencia en Lactobacilos (Cerela), dependiente del Conicet, en donde se producen el Yogurito y la chocolatada.



Con la finalidad de extender la producción y distribución del alimento a todo el país, el INTI supervisa la instalación acelerada de una planta lechera en el Chaco, para distribuir el beneficio del yogur probiótico al Noreste argentino.



La niñez vuelve a ser una razón de Estado en la Argentina, que supo tener antecedentes invalorables e inéditos en el continente en la atención y la promoción de los menores. El viejo sueño de Evita vuelve a ser realidad: Los únicos privilegiados deben ser los niños.
Silvia Torres