Los primeros años de la década de 1970
fueron de una gran convulsión política y social. Los años de resistencia frente
a las dictaduras, habían generado una extendida movilización popular en todos
los ámbitos de la vida Argentina. El movimiento obrero organizado sostenía una
dura disputa frente a las patronales, deseosas por derrumbar el entramado legal
montado durante el peronismo y que aseguraba condiciones dignas de trabajo. El
movimiento estudiantil, había surgido como notable dinamismo para ganar las
calles y las universidades. Finalmente, la lucha armada, mediante la aparición
de diversos grupos guerrilleros, fue la lógica respuesta ante la violencia
estatal. En este contexto, fue que se produjo el secuestro del presidente de la
FIAT, secuestro del que hoy, 21 de marzo, se cumplen 40 años.
Oberdan Guillermo Sallustro, nació en
Asunción del Paraguay el 17 de julio de 1953, hijo de inmigrantes italianos.
Durante la segunda guerra mundial, luchó para Italia en el frente egipcio. Una
vez terminada la contienda, estudió abogacía en Turín. En 1946 regresó al
Paraguay y al poco tiempo integró una comisión de la empresa fabricante de
autos FIAT, enviada a la Argentina con la finalidad de instalar una fábrica en
nuestro país.
A partir de allí Oberdan fue haciendo
carrera dentro de la empresa, hasta llegar al cargo de presidente de FIAT en la
Argentina.
Al igual que otras empresas extranjeras
radicadas en el país, la FIAT intentó, a partir de la caída del peronismo,
esquivar las leyes laborales. Además, FIAT integraba un grupo de empresas
acostumbradas a presionar a los distintos gobiernos de turno. Así lo denunció,
por ejemplo, Aldo Ferrer, durante su corto paso por el ministerio de economía
en el gobierno de Roberto Levingson. Durante el año 71, la FIAT mantuvo un
serio conflicto laboral con sus trabajadores.
A todo esto, el Ejército Revolucionario del
Pueblo, brazo armado del Partido Revolucionario de los Trabajadores, había
puesto en la mira de sus acciones a la burguesía y sus principales personeros,
los dueños de las empresas. En este sentido, todos los grupos guerrilleros
utilizaron el secuestro extorsivo como mecanismo de financiación para sus
acciones.
El 21 de marzo de 1972, un comando del ERP
secuestró a Oberdan Sallustro en cercanías de su domicilio. El presidente de
FIAT fue conducido hasta una de las denominadas cárceles del pueblo, en esta
ocasión ubicada en el porteño barrio de Mataderos. Allí estuvo secuestrado
hasta el 10 de abril de 1972, cuando en un operativo de la Policía Federal
allanó el lugar. Algunos creen que fue ajusticiado por los miembros del ERP,
pese a que hay evidencias de que pudo haber sido muerto por balas policiales.
Pablo Camogli