Acostumbrados a examinar la crisis griega desde un prisma
económico y al modo en que ello afecta a la sociedad, es menos usual escuchar
análisis como el que expone Yiannis Rachiotis, abogado del colectivo
Intervención Alternativa de Atenas, que apunta hacia el «frente jurídico» de la
intervención extranjera en su país.
Yiannis Rachiotis no duda en afirmar que «Grecia ya no es un
Estado, es un protectorado», pues no cuenta con libertad económica, se maneja
desde el extranjero y tiene un Gobierno y una élite colaboracionista. Así hay
que interpretar «las taxativas órdenes impuestas por la Troika [Comisión
Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional], que recogen
hasta en los más mínimos detalles los cambios legislativos que tienen que ser
puestos en práctica, y las garantías adoptadas para dosificar el préstamo en
caso de no cumplir con el memorando».
«Los acreedores internacionales quieren cambiar toda la
estructura jurídica del Estado», asegura Rachiotis, que agrega que «quieren ese
cambio en tres meses, a pesar de saber que eso sería imposible incluso en
Alemania, no digamos ya Grecia que no es un país estructurado.
Así, explica que «cuando, por ejemplo, se imponen medidas
para organizar el sistema de justicia, pero con la exigencia de que se realicen
de manera fulminante, en pocos días, son conscientes de que es algo imposible
de llevar a cabo». De ese modo, concluye Rachiotis, tienen la excusa para
frenar o congelar el abono de las cantidades contenidas en el préstamo.
Pero junto a este proceder de las instituciones financieras,
este abogado griego también denuncia la participación de una élite profesional
y económica griega colaboracionista con las medidas incluidas en el nuevo
contrato de préstamo. Esto se explica, según Rachiotis, porque «el documento
demuestra un vasto conocimiento, hasta en cuestiones marginales, sobre el
funcionamiento de nuestro corpus legal».
Y eso le lleva a afirmar que «hemos llegado a ser una
colonia, a todos los niveles tiene un conocimiento exhaustivo y perfecto de los
detalles profesionales, con la ayuda de una parte de la intelligentsia griega».
¿Qué han supuesto en el terreno de la Justicia los memorandos
de préstamo firmados por Grecia?
En el primer contrato de préstamo (mayo de 2010) las
directrices iban encaminadas a quitar fondos y recursos al pueblo. Así se
inició el derribo del sistema público de salud, mediante la reducción
presupuestaria, pero también haciendo muy complicadas la tramitación de las
bajas por enfermedad, la propia asistencia sanitaria o el cobro de
indemnizaciones médicas. A los abogados se nos aplicó el IVA más alto (del 23%)
y nos incrementaron las cotizaciones de la Seguridad Social, lo que hizo que se
redujera la oferta de letrados.
Ahora, con el segundo memorando, se trata de profundizar y
perfeccionar esa transferencia de dinero de los pobres a los ricos. En nuestro
caso, las medidas son concienzudas y muy numerosas, encaminadas todas ellas a
favorecer la creación de un poderoso lobby de abogados que trabaje
coordinadamente con la élite gobernante, y acabar de ese modo con los que
defendemos a los trabajadores o a las personas con menos recursos.
¿A qué tipo de medidas se está refiriendo?
La idea es favorecer el crecimiento de los bufetes más
importantes y que se transformen en poderosas empresas. Citaré algunos
ejemplos: hasta ahora los bufetes, grandes o pequeños, solo podían estar
integrados por licenciados en Derecho, pero en adelante podrán incluir a otros
profesionales como economistas, publicistas...; también se les permitirá abrir
sucursales en cualquier punto del país, realizar campañas promocionales,
patrocinar espacios en los medios de comunicación...
Se elimina el veto a los magistrados de los tribunales de
apelación y a los miembros del Tribunal Supremo, para que simultaneen sus
cargos con la participación en estas empresas. Y por si esto fuera poco, se
elimina la restricción que impedía a los abogados firmar más de un contrato con
el Estado mientras éste tuviera vigencia.
Teniendo en cuenta que, de un modo u otro, todos los
ministros forman parte de algún bufete, no es muy difícil imaginar quienes se
quedarán a partir de ahora con todas las adjudicaciones de la Administración
pública.
Pero el memorando también incluye otras medidas, como por
ejemplo la que trata de acabar con las asociaciones corporativas de ámbito
privado (colegios profesionales o sindicatos) mediante la prohibición de las
aportaciones económicas por parte de particulares. Es decir, de ponerse en
práctica esta ley impedirá que los afiliados coticen a su organización.
Quieren atomizarnos, acabar con la organización social,
pretenden aislarnos y dejarnos solos ante la maquinaria del Estado. Todo va en
esa dirección.
¿En relación a la administración de la Justicia, cómo
afectarán estos cambios de los habla a los ciudadanos?
Quieren convertir el ejercicio de la Justicia en un mercado
y tratan de expulsar de éste a los abogados con menos recursos, precisamente
porque trabajan con personas que tampoco los tienen. Quienes se están viendo
favorecidos por las transferencias de capital procedentes del Estado o de los
acreedores internacionales -profesionales de alto nivel, empresas de seguros,
hospitales privados...- ayudarán al fortalecimiento y la expansión de las
grandes firmas de abogados. Por el contrario, cuantos nos dedicamos a defender
a los ciudadanos de a pie nos veremos abocados a abandonar la profesión ante la
caída vertiginosa de los ingresos de la mayoría de la población.
¿En qué situación se encuentra el turno de oficio?
La asistencia gratuita de letrados financiada por el Estado
es residual. No existen fondos para universalizar este derecho. En los últimos
cinco años este servicio solo se ha prestado en las grandes ciudades y sus
beneficiarios han sido quienes no contaban con ningún tipo de ingreso y
únicamente en caso de delitos graves. En la actualidad el juez asigna el
abogado de oficio horas antes de que se inicie la vista, por lo que en muchos
casos no da tiempo ni a leer el expediente. Es una auténtica farsa.
Fuente: Entrevista de Antonio Cuesta para Gara.net