A lo largo de la historia de la humanidad,
las enfermedades han marcado diversas etapas. Desde la famosa peste negra
europea de fines de la edad media, hasta la fiebre amarilla que asoló Buenos
Aires en el siglo XIX, diversas fueron las epidemias, pandemias y enfermedades
contagiosas que asolaron a la humanidad. Pero hubo una dolencia que fue
verdaderamente terrible, porque sus víctimas eran los niños, tanto que fue
conocida como la “parálisis infantil”, provocada por la polio, que fue
derrotada un día como hoy, 26 de marzo de 1953, cuando se inventó la vacuna que
transformó a la niñez.
La poliomielitis es una enfermedad
contagiosa que afecta al sistema nervioso central. En su forma aguda causa
inflamación en las neuronas motoras de la médula espinal y
del cerebro y lleva a la parálisis, atrofia muscular y
muy a menudo deformidad de las extremidades. Las víctimas principales fueron
los niños de entre 4 y 15 años, los que luego del contagio sufrían secuelas de
por vida.
Los primeros años del siglo XX fueron
particularmente dramáticos en el contagio de la polio, por lo que la ciencia
comenzó a trabajar en procura de una vacuna que pudiera paliar las
consecuencias o frenar su contagio.
En 1949, se logró un primer paso, cuando el
bacteriólogo John Franklin Enders logró hacer crecer los virus en
laboratorio dentro de tejidos. Este avance inicial, fue utilizado por el epidemiólogo Jonas
Edward Salk, quién fue el que desarrolló una vacuna para los
tres tipos de poliomielitis conocidos. El 26 de marzo de 1953, Salk anunció al
mundo el logro de haber obtenido la vacuna contra la enfermedad.
Luego de las pruebas clínicas y las
comprobaciones correspondientes sobre el funcionamiento de la vacuna, ésta se
generalizó en cuanto a su uso a partir de 1954. Uno de los primeros países en
adoptar la vacuna en forma masiva, fue la Argentina, cuyo gobierno, liderado
por el General Perón, venía desarrollando desde la década anterior, una firme y
constante política a favor de la medicina sanitaria.
Una década después, el doctor Albert Sabin
implementó una nueva vacuna, en esta ocasión, capaz de atacar a las tres formas
de poliomielitis conocidas. La ventaja de esta vacuna, era que podía
suministrarse por vía oral.
Pablo Camogli