La ilegítima constitución de Misiones


Las constituciones son la ley suprema de los Estados, ya sean estos nacionales o provincias. Sus artículos definen el tipo de sociedad que se pretende y el entramado de su estructura social, económica y política. De allí que sea fundamental que los textos constitucionales permitan, en su elaboración, la participación ciudadana en forma masiva, libre y consecuente. Será, en definitiva, esa participación la que le dé un carácter de legitimidad al texto sancionado. En nuestra provincia, hoy se cumple un nuevo aniversario de la sanción de la constitución de 1958, la ilegítima constitución de Misiones.

Luego de la provincialización de Misiones en 1953, el primer paso institucional fue convocar a una convención constituyente y sancionar un texto constitucional para la provincia. Aquella constitución tuvo una impronta social y popular que continuaba la senda ya diseñada por la constitución peronista de 1949.

Claro que con el golpe de Estado de 1955, la voluntad popular quedó suprimida en la Argentina y en nuestra provincia. De inmediato el gobierno de la fusiladora derogó la Constitución Nacional de 1949 y todos los textos constitucionales provinciales que habían seguido la impronta social de aquel texto.

Para llenar el vacío legal, la dictadura convocó a elecciones para convencionales, de las que fue excluido el partido peronista. Pese a ser una convocatoria emanada de un gobierno dictatorial y de haberse efectuado bajo una proscripción política insólita, siete partidos misioneros participaron de los comicios: los dos radicalismos existentes en la época, la UCRI y la UCRP, el partido demócrata progresista, el partido liberal, el socialismo, la democracia cristiana y el comunista.

En las elecciones la UCRI obtuvo 27.610 votos, mientras que la UCRP logró 16.790, quedando en tercer lugar el voto en blanco, con 11.652 sufragios. De esta forma, la convención constituyente se integró con 11 miembros de la UCRI, 7 de la UCRP, 4 del Partido Demócrata y 1 por el socialismo y el liberalismo respectivamente.

Los conflictos surgieron a la hora de la organización de la convención, ya que las fuerzas minoritarias se unieron para evitar que la UCRI asumiera la presidencia del cuerpo. A causa de esta maniobra, la fuerza se retiró de la reunión y dejó el camino expedito para que sólo 17 convencionales sancionaran la nueva constitución el 21 de abril de 1958.

De esta forma, la actual constitución de Misiones es fruto de un proceso político viciado de ilegitimidad, ya que las mayorías, integradas por el peronismo, habían sido proscriptas, mientras que la primera minoría, la UCRI, fue forzada a correrse a un lado mediante una espuria maniobra de las minorías electorales. Por todo ello, es que nuestra constitución, la constitución de Misiones, es absolutamente ilegítima.

Pablo Camogli