La primera médica argentina


La igualdad de género es una lucha actual, vigente, como si las sociedades no hubieran progresado en estas décadas. Si esta es la mirada actual, qué podríamos decir de los años finales del siglo XIX, en donde los espacios públicos para las mujeres eran más que reducidos y sus posibilidades de ascenso social o de acceso a la educación eran prácticamente nulos. Pero en aquel contexto, hubo una mujer que fue pionera, Cecilia, la primera médica argentina.

Cecilia Grierson nació el 22 de noviembre de 1859 en Buenos Aires. En 1878, se graduó como maestra normal, ratificando con ello una de las características salientes de su vida, el amor por el conocimiento.

Una triste historia personal, la acercó a la medicina. Hasta allí, en la Argentina ninguna mujer había realizado la carrera para doctora y ella fue la primera. El 2 de julio de 1889 se graduó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires, a los 30 años.

Poco tiempo antes de terminar su carrera universitaria, fundó la Escuela de Enfermeras del Círculo Médico Argentino, una muestra de su preocupación por la generación de espacios de inclusión para las mujeres. En sus primeras experiencias como doctora y pese al desprecio de muchos de sus colegas hombres, Cecilia trabajó en el Hospital San Roque, hoy Hospital de Agudos Ramos Mejía, en donde se dedicó a la ginecología y obstetricia.

Fue una activa militante por los derechos civiles y cívicos de las mujeres, integrando los grupos que, en la época, se denominaban de las sufragistas, debido a la solicitud del sufragio femenino. En 1899 fue la vicepresidenta del Congreso Internacional de Mujeres, realizado en Londres. Su estadía en Europa le permitió profundizar en sus conocimientos en medicina, muchos de los cuales, luego, aplicaría en la Argentina.

Con la llegada del siglo XX, Cecilia recién pudo ingresar en la universidad como profesora, pese a que nunca le permitieron dirigir una cátedra. Sí brindó cursos sobre Gimnasia Médica y Kinesioterapia, además de un paso como adscripta en la Cátedra de Física Médica y Obstetricia.

Multifacética y valiente, Cecilia se abrió paso en todos los ámbitos en los que se lo propuso. Fue capaz de doblegar a una sociedad patriarcal que la miró con recelos, pero que no pudo ocultar su capacidad y su humanidad.

Ya al final de su larga carrera profesional, Cecilia se instaló en Los Cocos, en las serranías cordobesas. Allí, vivió buena parte de sus últimos días, dejando para la localidad el edificio que hoy alberga a la escuela que lleva su nombre. Cecilia Grierson murió el 10 de abril de 1934 en Buenos Aires, en la misma ciudad en donde la Casa Rosada cuenta con su retrato, en el salón de mujeres argentinas. Allí está Cecilia, la primera médica argentina.

Pablo Camogli