El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Hábitos de Lectura 2011, de la cual surge que 9 de cada 10 argentinos leen habitualmente, el 79% lo hace “por placer” y el 69% “para aprender cosas nuevas”.
En el
acto, que se realizó en el Palacio Sarmiento, estuvo acompañado por el Director de la Biblioteca Nacional, Horacio
González y el Rector de la Universidad Tres de Febrero, Aníbal Jozami,
entre otras autoridades que integran el Consejo Nacional de
Lectura.
Asimismo, se sumaron el subsecretario de Planeamiento Educativo
de la cartera de Educación, Eduardo
Aragundi, y el director nacional de Industrias Culturales, Rodolfo Hamawi, que fueron los
encargados de presentar el informe técnico de la investigación.
“Elegimos
intencionalmente el 24 de agosto para realizar este acto porque queríamos que
coincidiera con el Día del Lector, que se estableció a través de la ley
26.754 para recordar en su fecha de nacimiento a Jorge Luis Borges.
Y qué
mejor homenaje podemos rendirle a este escritor, símbolo de la literatura
nacional y universal, que confirmar que hoy 9 de cada 10 argentinos leen
habitualmente, según revela la Encuesta Nacional de Hábitos de
Lectura2011”, destacó Sileoni.
El
Ministro explicó: “El Estado debe ser promotor de la lectura. A partir de esa
convicción, desde el Consejo Nacional de Lectura decidimos realizar esta
Encuesta, para indagar cuánto y qué leemos los argentinos, y la relación entre
Internet, lectura y adolescencia, entre otras prácticas. Los resultados de la
investigación nos permitirán conocer y entender mejor los hábitos lectores
y contar con más información a la hora de definir futuras políticas
destinadas al sector”.
Y
recordó: “Desde el 2003, a partir de la presidencia de Néstor
Kirchner, este Ministerio alienta la lectura. En estos 9 años hemos comprado y
distribuido más de 45 millones de libros en todo el país, a los que sumamos
este año otros 9 millones; repartimos a su vez, más 43 millones de ´librillos’
de cuentos y poesías en espacios no convencionales, como las canchas de fútbol,
entre otras acciones destinadas a desarrollar esta promoción. Y la realización
de esta Encuesta ratifica la decisión de seguir trabajando en esta dirección”.
La Encuesta Nacional Hábitos de Lectura 2011 fue
realizada -por la Universidad Nacional de Tres de Febrero- a
población de 12 años en adelante en localidades de más de 30.000 habitantes de
todo el país. Tiene como antecedente una investigación similar, realizada
en 2001 por la empresa Catterberg y Asociados, que se dirigió a la
población adulta (de 18 años en adelante).
Para poder generar una evaluación
comparativa con aquel trabajo, la Encuesta Nacional de Lectura 2011
mantuvo ciertos bloques del cuestionario, pero introdujo cambios fundamentales
al incorporar temas nuevos, como la lectura a niños y niñas como práctica en el
hogar, el impacto de las políticas de promoción, la lectura en distintos
soportes (libros, revistas, diarios y formatos digitales) y los consumos
culturales, entre otros.
Así, la
Encuesta permite afirmar que el
90% de los argentinos de 18 años en adelante lee de manera sostenida
durante 15 minutos o más en forma habitual. Y, en relación con la
frecuencia, es estudio indica que el
53% de los encuestados lee todos o casi todos los días; lo que
representa un aumento de 6 puntos respecto a diez años atrás, cuando los que
tenían ese ritmo eran el 47 por ciento.
Y se observa que también creció en 12
puntos el porcentaje de los que leen algunos días por semana, que en una década
pasó de un 20 a un 32 por ciento. El incremento en este período ha
sido significativo entre los lectores habituales. En el año 2011 se lee más que hace diez años: apenas el 5% de los
lectores dice hoy leer sólo un día a la semana, mientras que en el 2001 ese
grupo llegaba al 19 por ciento.
El
estudio muestra además que la franja de edad más lectora -entre quienes admiten
leer de 5 a 7 días por semana- es la que comprende a los adultos
de 26 a 40 años. En tanto, en relación con el principal motivo para
leer, un 49% de los encuestados,
asegura que lo hace “para estar
más informado”.
Este dato se corresponde con que el diario resulta el principal
formato de lectura (lo lee el 89
por ciento de los lectores en papel y/o pantalla). Sin embargo, no menos
importante es destacar que el 70
por ciento de los encuestados lee libros.
Entre los lectores actuales de libros, el 88% dijo
–al ser encuestado- haber leído al menos un libro al año y el 71% leyó al menos
dos libros en
el mismo período. Entre dichos lectores, el 79% (casi 8 de cada 10) de los consultados, respondió que lee por
placer; seguido de un 69%
que dijo leer para ampliar su conocimiento y aprender cosas nuevas.
De manera
comparativa, y también para tener referencias; vale precisar que en 2001 el 41% de los encuestados
respondía que leía entre 1 y 4
libros por año. En 2011, esa cifra aumentó a 58% de cada 100 personas
consultadas. El número de los que leen entre 5 y 10 libros por año también
creció: en 2001 lo hacía el 14% de la población de 18 y más, mientras que hoy
el 23% de los lectores de libros se ubican en esa franja.
Una
conclusión muy importante de esta Encuesta 2011 es que la lectura digital
amplía, la cantidad de lectores.Los
soportes, papel y pantalla, lejos de competir, se complementan. Según
los números registrados, se puede afirmar que una vez traspasado el “umbral de la lectura”, se tiende a leer en
cualquiera de sus formatos.
La
investigación indica también que la lectura en pantalla ya es un hábito de los más jóvenes. El
73% de los argentinos entre 18 y 25 años lee habitualmente de este modo,
seguido por un 62% de los adultos de entre 26 y 40 años.
En rangos
generales, también se puede hablar de un crecimiento exponencial de los lectores digitales: en efecto, la
población que lee por más de diez minutos de la pantalla de la PC se
duplicó entre el 2001 y el 2011, pasando de un 21 a un 42 por ciento.
Por otra
parte, existe una diferencia notable cuando se compara cómo era el acceso a los libros en 2001 y
cómo es diez años después. Mientras
que en 2001, sólo el 48% podía comprarlos; en 2011, el 69% –casi 7 de cada 10
personas – accede a la compra.
Por
último, es interesante destacar las conclusiones de la encuesta vinculadas con
la presencia de las bibliotecas. El 72% de los encuestados dijo conocer su
existencia.
Asimismo, es sustantivo el dato acerca de que los fondos
con los que cuentan las bibliotecas escolares se
han conformado principalmente con la provisión realizada por los
organismos educativos. El
Ministerio de Educación de la Nación es la fuente
principal de obtención de materiales, aportando en el 62,7% de los casos. Los
Ministerios de Educación provinciales, lo hacen en menor medida (35,7%).
Metodología
Por primera vez, un estudio de este tipo fue
desarrollado enteramente desde el ámbito público: laUniversidad
Nacional de Tres de Febrero llevó adelante el trabajo de
campo, a través de entrevistas domiciliarias y de aplicación personal; luego
los datos fueron procesados por el Sistema
de Información Cultural de la Argentina (SINCA) y
el Consejo Nacional de Lectura a
través de una comisión integrada por representantes de cada organismo se
encargó de su análisis.
Se diseñó
una encuesta estratificada según las regiones del país: Área Metropolitana de
Buenos Aires, NEA, NOA, Centro, Cuyo y Patagonia. El tamaño de la muestra fue
de 3.568 casos efectivos, sobre un total de 3.600 casos planificados;
considerando un nivel de confianza del 95,5% y un error de 1,63
a nivel nacional.
El
cuestionario que se utilizó –cuya estructura indaga acerca de las prácticas y
hábitos lectores- fue elaborado por el Consejo Nacional de Lectura, que es un organismo interministerial
integrado por los ministerios de Educación, Salud, Desarrollo Social, Trabajo,
Empleo y Seguridad Social, la Secretaría de Cultura, la
Biblioteca Nacional, la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares
(CONABIP), Radio y Televisión Argentina S.E. y Educ.ar S.E.
Este
Consejo fue creado en septiembre de 2010 con el objetivo de articular el
trabajo de los organismos del Estado nacional que desarrollan acciones
referidas a la promoción de la lectura desde cada ámbito particular: escuelas,
bibliotecas populares, municipales y provinciales, centros culturales, centros
de integración comunitaria, centros de atención primaria de salud y comedores,
entre otros espacios comunitarios e instituciones de la sociedad civil.
El nímero noventa de este bolillero corresponde a que el 90% de los argentinos de 18 años en adelante lee de manera sostenida durante 15 minutos o más en forma habitual.