El proyecto, que contaba con sanción del Senado y fue aprobado por unanimidad en la cámara baja con 210 votos a favor, está basado en propuestas que el diseñador de modas Roberto Piazza y diferentes asociaciones que se ocupan de los derechos de niñas, niños y adolescentes, acercaron al Congreso.
La
modificación establece que, cuando la víctima de delitos contra la
integridad sexual fuera un menor, la prescripción de la acción penal
comenzará a correr a partir de las 0 horas del día en que adquiera la
mayoría de edad.
De
esta manera, si el delito fue cometido por ejemplo a los 10 años, el
plazo para la prescripción recién comienza a computarse cuando el menor
cumple la mayoría de edad.
La
ley fue impulsada por Piazza, que acompañó la iniciativa tras revelar
su historia personal y contar que fue abusado por un familiar cuando era
menor de edad.
"Se
aprobó una ley histórica para los menores víctimas de abusos sexuales",
resaltó el diseñador de modas, que estuvo presente en la cámara baja,
para seguir el trámite del proyecto.
La
ley fue impulsada por Piazza, quien acompañó la iniciativa tras revelar
su historia personal y contar que fue abusado por un familiar cuando
era menor de edad.
La
iniciativa hace referencia a que “gran parte de los delitos cometidos
contra la integridad sexual de menores quedan, con frecuencia, impunes
en función de que la víctima no está en condiciones de defenderse y
porque depende de la representación legal forzosa" de algún familiar
adulto quien, en muchos casos, podría identificarse como el propio
agresor.
Asimismo,
el texto impulsado en el Senado por la legisladora de la Coalición
Cívica, María Eugenia Estensoro, destaca que la víctima, al alcanzar la
mayoría de edad -o la madurez personal necesaria para accionar-, se
enfrenta, muchas veces, a una acción penal prescripta.
"Confiamos
en que la extensión del plazo de prescripción, que resulta de la
modificación propuesta, incentive la función preventiva que el derecho
penal aporta a la sociedad organizada y disuada el obrar delictivo de
los futuros potenciales agresores", sostiene Estensoro.
Para
Piazza, "estamos en una nueva etapa de este tema que tanto preocupa y
rogamos a la gente de bien que divulgue esto para que todo el mundo sepa
que Argentina no sólo es un país para quejarse y que, a pesar de todo y
que las heridas no cierran, ahora tenemos esta nueva ley para proteger a
los niños y niñas y a los adultos que pasaron por vejaciones,
aberraciones y demás".
Telam
Agencia Nacional de Noticias
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